Una mañana de cualquier día de las vacaciones, desde su casa de vacaciones en la Costa brava nos vamos a visitar la Basílica de la Sagrada Familia.
En este artículo quiero centrarme en un viaje en coche desde Tossa de Mar o cualquier otro lugar de la Costa Brava, si quieres información de los medios de transporte de bus y metro puedes consultar mi otro artículo del alquiler de vacaciones a la Sagrada Familia.
En este artículo quiero revivir mi experiencia en vivo y en persona, una mañana de visita a la Sagrada Familia.
La opción que elegí en esta ocasión fue el coche, mi mujer Anna conducía y yo disfrutando de un paseo por Barcelona.
Como siempre la típica conversación,
-mejor que aparques en un parking, es lo más rápido (por los alrededores de la Sagrada Familia está lleno de Parking)
-Anna, buscaremos una zona azul, hoy es domingo y no se paga.
-yo, pues con más razón, como vas a encontrar un aparcamiento en la zona azul.
-Anna, pues mira hay sale uno (en la misma esquina de la calle Provenza con calle Marina, justo en frente de la Fachada del nacimiento).
Esto no entra en lo común, es una casualidad que en cien años no volverá a ocurrir.
Seguimos con nuestra mañana de turismo, teníamos preparado sacar las entradas por internet, (es lo más práctico) pero en casa de herrero cuchillo de palo.
La primera en la frente, una cola que doblaba la esquina y casi llegaba al final de la otra, pero en unos 20 minutos de cola estábamos dentro del recinto con cámara en mano.
La visita fue muy amena y agradable, los exteriores con la entrada de la pasión, la del nacimiento, La de la gloria aún muy por acabar y la fachada del ábside (dedicada a la Virgen María a la que Gaudí tenia pasión por ella).
El museo, una parte muy interesante del que no podéis dejar de visitar. En el puedes ver los planos de Gaudí, las maquetas originales, (las que quedaron después del bombardeo en la guerra civil) otras reformadas y restauradas, el taller donde se preparan las piezas una a una talladas y pulidas y un pequeño cine muy interesante donde te explica un poco de la vida de Gaudí y una buena explicación del proyecto de la Sagrada Familia.
Pero lo más impresionante de todo es la nave central, un espacio amplio y con una altura de 45 metros, reproduciendo un bosque de altos árboles llenos de hojas. Las columnas que se pierden en la profundidad de la altura, contorneándose como alto tronco que sube al cielo, bifurcándose en diversas ramas y grandes hojas, creando una bóveda natural junto con los ventanales de cristal emplomado dan un aspecto de sotobosque con los rayos de luz penetrando entre sus ramas.
La nave central la envuelve cuatro naves laterales, convirtiéndola en Basílica, también de una considerable altura de 29 metros y la misma escena de representación de la naturaleza.
Para visitar la Cripta no es necesario el pago de entrada alguna, cuando sales de la basílica subes unos 25 metros y hay esta la entrada con una pequeña bajada que lleva hasta el interior, donde está la tumba de Gaudí y donde se celebra las misas diarias.
Como en todos mis viajes y visitas turísticas siempre me dejo algo por ver o conocer, es una forma de tener una escusa para volver en otra ocasión y en este caso dejo para otro día subir a las torres donde me imagino que lo más importante es las impresionantes vistas de la ciudad de Barcelona.
“De J. Gutiérrez Palma”
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